Los ciclos circadianos y su relación con la producción de hormonas

Nuestro reloj biológico interno

Los ciclos circadianos conforman lo que vendría a ser nuestro reloj biológico interno, encargado de regular las funciones fisiológicas del cuerpo que se van repitiendo cada 24 horas, asociadas con los estados de sueño y vigilia

Estos estados responden a diferentes estímulos ambientales como la luz y la temperatura por lo que se encuentran acompasados al ritmo de día y noche. También se pueden ver afectados por otro tipo de estímulos como luz artificial, ruidos, alimentos o la presencia en el organismo de medicamentos o ciertas hormonas.

 

Los ciclos circadianos responden a las ordenes del núcleo supraquiasmático ubicado en el hipotálamo. Los ojos a través de la retina perciben la información de presencia o ausencia de luz emitiendo señales que llegan al núcleo supraquiasmático, este a su vez envía órdenes a las diferentes áreas del cerebro.

 

Las fases en los ciclos circadianos

Fase nocturna

Ante la ausencia de luz la retina emite una señal al núcleo supraquiasmático el cual que genera una orden a la glándula pineal para que active la producción de melatonina y serotonina, hormonas encargadas de inducir el sueño y que además dan sensación de bienestar y tranquilidad.

 

Hay otra serie de hormonas cuya estimulación de produce en la noche, estas son algunas de ellas:

  • Hormona del crecimiento
  • Prolactina
  • Estradiol
  • Hormona folículo estimulante
  • Hormona estimulante de la tiroides
  • Hormona luteinizante

Todo este grupo de hormonas ejercen un rol importantísimo en el crecimiento y la reproducción.
En esta fase se regulan además los patrones de hambre y saciedad gracias a la serotonina y la hormona del crecimiento que actúan en conjunto con la producción:

  • Leptina (hormona de la saciedad)
  • Grelina (hormona del apetito)

Durante esta fase se detiene la producción de hormonas estimulantes como la adrenalina, noradrenalina y dopamina, lo que genera una disminución en la atención y en la capacidad cognitiva.  Por la noche desciende además, presión arterial, la temperatura y el metabolismo.

 

Fase diurna

Por las mañanas ante la presencia de luz la retina emite una señal al núcleo supraquiasmático el cual que genera una orden a la glándula pineal para que descienda la producción de melatonina y serotonina. Por otro lado sube la producción de las hormonas estimulantes como el cortisol , la adrenalina y la noradrenalina.

Todo este cuadro lo que genera es un estado de alerta, un aumento en la capacidad de concentración, energía física, precisión y capacidad resolutiva de toma de decisiones.
Al contrario de la fase nocturna en la fase diurna se produce una elevación en la presión arterial así como el trabajo del metabolismo. Asimismo durante el día se reduce la producción de insulina emitida por el páncreas.

 

Factores que afectan a los ciclos circadianos:

  • Cambio de zona horaria (Jet lag)
  • Alcohol y cafeína.
  • Ciertos medicamentos.
  • Ejercer trabajos en turnos de noche
  • Exponerse a la luz artificial y a ruidos excesivos durante la noche.
  • Altas o bajas temperaturas durante la noche
  • Estados de estrés o ansiedad por una alta presencia de cortisol y adrenalina en sangre, el cuerpo entra en estado de confusión propiciando un estado de alerta durante la fase de descanso.

Cuando se producen cambios en el ritmo circadiano desregulado se manifiestan a través de:

  • Insomnio
  • Cansancio
  • Desorientación
  • Poca capacidad de concentración
  • Exceso de hambre o inapetencia
  • Bajada en la fertilidad
  • Escasa productividad
  • Desfases hormonales.

Las consecuencias en las variaciones del sueño puede ser un factor de riesgo para en el desarrollo de obesidad, diabetes o problemas cardíacos.