La escucha activa potencia y mejora la comunicación

El proceso comunicativo

Quien no se ha encontrado charlando con un compañero de trabajo, un amigo o un familiar y  ha notado  la sensación de que realmente la persona que tiene enfrente no está escuchando, no hay contacto visual, interrupciones constantes, o monólogos por parte del otro interlocutor que denotan una gran falta de capacidad para escuchar. Escuchar forma parte de la mitad del acto comunicativo, da sentido al acto de trasmitir un mensaje. Cuando estamos comunicando estamos compartiendo información, se da un mensaje con al intención de hacer partícipe al receptor.
Durante el proceso educativo se aprende a hablar, leer y escribir pero claramente no hay una formación apuntada al aprendizaje de escuchar. Cabe preguntarse por qué siendo tan importante dentro del acto de comunicar no se le da la relevancia que debería tener, o por qué no se potencia la capacidad de escuchar.

No es lo mismo oír que escuchar

hombres hablandoPareciera una obviedad sin embargo no es trivial dejar claro la diferencia entre oír y escuchar. Oír es un proceso fisiológico, gracias a nuestro sistema auditivo percibimos las vibraciones del sonido descodificadas luego, por el cerebro, se recibe la información pero representa en sí, un acto pasivo.
En cambio escuchar es la capacidad para captar e interpretar los mensajes verbales y otras expresiones como el lenguaje corporal y el tono de la voz. Cuando escuchamos deducimos, comprendemos y damos un sentido a lo que se oye. Representa una totalidad, se escucha pero también se tiene en cuenta todas las expresiones del hecho comunicativo, no se escucha en su totalidad si no se perciben las diferentes esferas de las comunicación: la verbal, la no verbal y paraverbal. Desafortunadamente muchos sabemos oír pero pocos dominan el arte de escuchar.

Los diferentes tipos de escucha

Existen diferentes tipos de escucha como ser la apreciativa, la selectiva, la discernitiva, la analítica, la sintetizada y la empática cada una con sus propias características, pero en este caso nos centraremos en la escucha empática y en la activa siendo esta última la más completa de todas ya que engloba elementos de la mayoría de las anteriores.

Aproximándonos a una real escucha

La empatía es la capacidad que poseemos o desarrollamos para poder ponernos de alguna manera, en el lugar del otro, para así lograr una mayor comprensión y entendimiento de los demás. Siendo básica en las relaciones interpersonales no todo el mundo la posee ni la desarrolla.

  • La escucha empática representa hacer un esfuerzo para acercarnos y entender al interlocutor en el momento del acto comunicativo. Una de las características que la define es que está libre de prejuicios, busca dar apoyo y comprensión, entendiendo lo que hay detrás incluso del propio mensaje verbal. Se busca entender los sentimientos de la persona, comprenderla dentro de su marco de referencia ya sea a nivel emocional como intelectual.
  • La escucha activa contiene todos los elementos de la escucha empática pero supone además un esfuerzo físico y mental para percibir correctamente el significado del mensaje del interlocutor mediante el comunicado verbal, el tono y nivel de la voz y el lenguaje corporal. Se debe dar un feed-back por parte del receptor donde quede claro que el mensaje se ha comprendido. En este tipo de escucha focalizamos toda la energía y concentración en las palabras e ideas comunicadas para poder adentrarnos en la mente del interlocutor y entender su punto de vista, evitando distracciones.

Estas son algunas de las claves para desarrollar la escucha activa:

  • Mantenerse centrado en la persona, mirando activamente al otro
  • No interrumpir
  • Respetar los silencios
  • Evitar juicios de valores
  • Percibir la esencia de lo que se está trasmitiendo
  • Expresar al otro que se le escucha mediante gestos
  • Proporcionar palabras de apoyo
  • Parafrasear lo que ha trasmitido el otro
  • Mostrar empatía
  • Validar lo escuchando, manifestando un posible o no acuerdo

 

ejecutivos escuchando a una persona hablarLa escucha activa potencia y mejora la comunicación y beneficia las relaciones interpersonales:

  • Logramos mayor efectividad comunicativa creando un clima positivo.
  • Al captar correctamente el mensaje de nuestro interlocutor disminuyen los malentendidos.
  • Incorporamos conocimientos nuevos gracias a las vivencias de las experiencias del interlocutor.
  • Se disminuyen los conflictos personales consecuencia de las malas interpretaciones.
  • Se fortalecen las relaciones con los compañeros, los familiares y las amistades.

Imágenes:
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Bibliografía:
Crespo Ortiz, R; Aprender a escuchar. Cómo desarrollar la capacidad de escucha activa. Ed. Lulu, 2007.
Moya Albiol, L; La empatía. Entenderla para entender a los demás. Plataforma Editorial, 2014.