
¿Qué es un síntoma y cómo lo interpretamos?
¿Qué quiere decir el síntoma?
En medicina, los síntomas son las manifestaciones perceptibles de una enfermedad subyacente, que de otro modo podría seguir no detectada (por ejemplo: la fiebre podría aparecer como la manifestación de una infección). El concepto de síntoma se afirma entonces sobre una distinción básica entre superficie y profundidad, entre los fenómenos (que se pueden experimentar directamente) y sus causas ocultas que hay que inferir.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando hablamos de síntomas psíquicos cómo, por ejemplo el insomnio o la ansiedad (entre tantos otros)?
Posiblemente la medicación que actúa sobre los síntomas sea la misma para varias o muchas personas. Pero: ¿es suficiente con acallar el síntoma?… ¿Qué pasa con lo más profundo que los genera, con la causa?
Los síntomas son el signo, el aviso de que algo no está funcionando bien, de que algo no va… de que algo no marcha,… de algo no dicho, de un trauma no procesado, de algo reprimido que retorna una y otra vez de otra forma.
En el aspecto psicológico, podríamos mantener la misma estructura de distinción entre superficie y profundidad, con la salvedad de que en la superficie podrían aparecer síntomas similares en varias personas (por ejemplo: insomnio, ansiedad, depresión, contracturas trastornos psicosomáticos, fobias, obsesiones, etc…), pero, no es suficiente solo con una pastilla que los acalle, a veces ni siquiera necesario. Hay que ir más allá, allí donde se están generando estos síntomas, lo profundo, lo inconsciente. Hay que escuchar que quiere decir el síntoma a cada uno, y eso varía persona a persona, ya que, cada persona es única e irrepetible y cada una tiene su propia historia que la significa.
Los síntomas son la expresión subjetiva de un conflicto inconsciente, de algo no dicho, de algo que no marcha, y que, de alguna manera, están hablando de esos conflictos en un lenguaje que debemos escuchar, que debemos descifrar. La persona es hablada por los síntomas.
Más precisamente, el síntoma es aquella formación que posibilita la expresión de lo que se ha reprimido y retorna una y otra vez. El síntoma se encamina a dar cumplimiento a un deseo inconsciente, pero, constituye a la vez una formación de compromiso para que sea posible; puesto que los mecanismos de defensa no permiten y reprimen el cumplimiento del deseo inconsciente volviendo a actuar sobre lo que retorna (lo que debo vs lo que deseo).
Los síntomas son signos, manifestaciones, situaciones y/o actos nocivos que el sujeto realiza contra su voluntad, experimentando displacer, sufrimiento y a veces incluso dolor, que agotan su energía psíquica y algunas veces lo incapacitan para realizar otras actividades.
Se expresan con un sentido enigmático para los que los padecen y que, en el análisis, encuentran su desciframiento. Todo síntoma posee un sentido, un significado inconsciente, quiere decir algo, aunque el sujeto lo ignore. Es este sentido, este significado es el que se busca descubrir y/o develar (quitar el velo) mediante la terapia, mediante la escucha de estos significantes enigmáticos que conducen a un significado revelador y pacificador para el sujeto.
Hace poco un paciente me envió un post (que circula por las redes sociales) muy ilustrativo sobre esta cuestión:
“Nos gustaría que lo que no decimos caiga en el olvido, pero lo que no decimos se nos acumula en el cuerpo, nos llena el alma de gritos mudos. Lo que no decimos se transforma en insomnio, en dolor de garganta, en nostalgia, en error, en duda, en asignatura pendiente, en insatisfacción, en tristeza, en frustración, culpa. Lo que no decimos se transforma en trauma, en veneno que mata el alma, que te encierra en el pasado.
Lo que no decimos no muere… nos mata…”
Tener un espacio terapéutico de análisis, es tener un espacio propio para hablar, ser escuchado y escuchar nuevos significantes y significados. Lo que nos permite indagar sobre nosotros mismos y también sobre nuestros vínculos (familia, pareja, amigos, trabajo…etc.), poner en palabras escucharse, ser escuchado, hacer una introspección y alcanzar descubrimientos y develaciones que aporten una comprensión profunda de las circunstancias (generalmente inconscientes) que han dado origen a síntomas o afecciones.
Se trata de lograr una reestructuración personal y subjetiva de más amplio alcance, muy especialmente de la vida afectiva y particularmente en aquellas áreas que contribuyen y mantienen la formación de síntomas, o de formas defensivas que causan daño o malestar. Para lograr una mayor paz interior, una mejora sustancial del vínculo con nuestro entorno y una mejor calidad de vida….
…te escucho!
Oscar Lakiszyk
Lic. en psicología
Psicoanalista
Fabiola
Hola que bueno tener a esa persona que lo escuche son tantas cosas que me pone triste
Oscar Lakiszyk
Hola Fabiola, soy Oscar Lakiszyk.
Es verdad lo que dices…es bueno tener un espacio en el que te escuchen y quizás esas cosas que te ponen triste ya es hora de ponernas en palabas…de hablarlas…de que sean escuchadas…quizás ya es hora que te escuchen.
Aqui estoy…
Oscar Lakiszyk
Hola Fabiola, soy Oscar Lakiszyk.
Es verdad lo que dices…es bueno tener un espacio en el que te escuchen y quizás esas cosas que te ponen triste ya es hora de ponernas en palabas…de hablarlas…de que sean escuchadas…quizás ya es hora que te escuchen.
Aqui estoy…