En general, el objetivo de la terapia cognitivo conductual, es reducir las reacciones emocionales excesivas y las conductas contraproducentes, mediante la modificación del pensamiento erróneo y las creencias desadaptativas, que subyacen a estas reacciones.
Según esta terapia la conducta humana es aprendida, pero este aprendizaje no consiste en un vínculo asociativo entre estímulos y respuestas, sino en la formación de relaciones de significado personales, esquemas cognitivos o patrones. Sostiene, de la misma manera, que las dimensiones cognitiva, afectiva y conductual están interrelacionadas, por lo que un cambio en una de ellas afecta a los otros dos componentes. En esa relación recíproca, las estructuras de significado (esquemas cognitivos) tendrían un valor primordial, pues ellas representan la organización idiosincrática que tiene cada individuo sobre lo que significa su experiencia, los otros y sobre sí mismo.
En Clínica EOS creemos que la terapia cognitivo conductual es muy útil para favorecer cambios tanto a nivel emocional, como de ciertos aspectos de la conducta. Para eso, durante el proceso terapéutico, el profesional cuenta con diferentes estrategias con el objetivo de lograr una flexibilización y modificación en los esquemas disfuncionales y los pensamientos automáticos consecuencia de éstos. Todo esto sustentado por tres principios técnicos básicos: el empirismo colaborativo (en equipo el profesional y el paciente indagan en los sentimientos, significados, deseos y conductas, para luego ambos elaborar una hipótesis y diseñar ejercicios para contrastarlos empíricamente), el descubrimiento guiado y el diálogo socrático (elaboración de preguntas para lograr el conocimiento por parte del paciente en lugar de ser por el impuesto por el terapeuta).