Esta terapia es complementaria a cualquier tipo de terapia individual y tiene por objetivo brindarle a sus miembros estrategias de afrontamiento y recursos emocionales adaptativos para el cambio, aumenta la autonomía y el crecimiento personal a nivel individual, evitando la cronificación de los síntomas.
La autoayuda y la ayuda mutua es, en esencia, tan antigua como los seres humanos. Aprendemos a cuidarnos y a ayudarnos unos a otros desde muy pequeños y este aprendizaje está integrado y es parte esencial de toda nuestra vida.
Los grupos de terapéuticos están representados por personas que comparten unas ideas, unas situaciones de vida o unas enfermedades, se agrupan para ofrecerse mutuamente apoyo emocional y otros tipos de apoyo a través de la acción de compartir sus experiencias personales vividas y de intercambiar otros recursos.
La información, guía y orientación, y en general la percepción de apoyo social está implícita en la dinámica igualitaria y recíproca de estos grupos.
Los grupos de terapéuticos están dirigidos por un profesional combinan conocimiento de experto y de experiencia, están limitados en el tiempo, el número de miembros es fijo y normalmente no se dirigen a la acción social.
Lo esencial en este tipo de terapia es que desde el apoyo que brindan los profesionales cambiaría el objeto de intervención de «persona en necesidad de ayuda» y transformaría éste en «persona que puede ayudar», reconvirtiendo la experiencia personal de sufrimiento o rehabilitación en un potencial de ayuda para sí misma y para otros.
Fuentes:
VILLALBA QUESADA,Cristina; Los Grupos de Apoyo basados en la autoayuda: una propuesta para el inicio y acompañamiento profesional.