Esta forma de trabajo aporta una visión personal que permite reconocer el propio lugar en el desarrollo de diferentes situaciones y/o conflictos; a la vez que aporta una percepción más empática del lugar y del punto de vista de los otros. Esto genera una visión más amplia y rica dada la interrelación entre las personas y se logra comprender cuáles son las propias metas, intereses, causas, necesidades, así como también la de los otros. De esta forma podrán entender que todas las partes son importantes, facilitando el reconocimiento y la valoración a través de posturas más sensibles y empáticas.
Todo esto sumado a los conocimientos, herramientas y habilidades que irán incorporando a lo largo de cada formación, influirá en una mayor motivación, en cambios de actitud positivos y concretos y en la consecución de objetivos comunes, potenciando el trabajo en equipo. También, en cambios y mejoras de las relaciones profesionales y personales mejorando la sinergia, el intercambio y el logro de resultados.